Imagínese que se dispone a tomar un avión, sus vacaciones han comenzado, o quizás es un viaje de negocios… ¿la visita a un pariente…?
El tráfico, el aparcamiento, las colas de facturación, la espera para el embarque… El despegue. Algo de turbulencia, la sonrisa de una azafata displicente. ¿Se lo puede imaginar? Con esos colores impersonales, estrechos asientos, esa atmósfera seca. ¿Puede verlo…?
Pues, ahora, imagínese que su piloto es un asesino en serie…
Una leyenda celta olvidada, un pozo sagrado, una familia maldita y un investigador de lo paranormal que obtiene unas extravagantes psicofonías. Voces de ultratumba que lo conducen a revolver un pasado inquietante.
Los secretos más inesperados se descubren, recorriendo maldiciones, aojamientos, asesinatos en manos de inocentes…
Dos historias inconexas y sin aparente relación que chocan como dos trenes de alta velocidad en la misma vía, dándole al lector un final sorprendente…
Francisco Narla
Nació en el interior de Galicia a finales de la década de los 70. A los bosques, la granja y el trabajo en el campo de su infancia se unió su pasión por los libros de aventuras y sus héroes para conducirle a una vida errática y en busca de la magia de aquellos personajes de novela. Su inquietud lo llevó a vivir en Santiago de Compostela, Madrid, Los Ángeles y Barcelona entre otras ciudades, pasando de trabajar en una tienda de acuariofilia a comercial, jefe de barra en una coctelería, fotógrafo, modelo e incluso montador profesional de moscas para pesca deportiva.
Entre tumbo y tumbo, trabajo y trabajo, siguió sus estudios universitarios, matemáticas, ingeniería, administración de empresas y la vocación que persiguió desde niño, piloto de transporte de línea aérea, profesión a la que se dedica en la actualidad.
A lo largo de su vida ha dedicado gran parte de su tiempo a la poesía, el ensayo y el relato corto, participando en varios certámenes literarios. En cierto modo como un tributo a sus grandes amigos de infancia y adolescencia, los libros.
Mientras volaba bimotores ligeros en las noches del desierto del mojave el germen de su primera novela surgió de la morriña que sentía por su amada Galicia. En “Los Lobos del Centeno” Francisco Narla ha dado vida a las pesadillas de su niñez con una primera novela que le augura un fantástico futuro literario.
Entre tumbo y tumbo, trabajo y trabajo, siguió sus estudios universitarios, matemáticas, ingeniería, administración de empresas y la vocación que persiguió desde niño, piloto de transporte de línea aérea, profesión a la que se dedica en la actualidad.
A lo largo de su vida ha dedicado gran parte de su tiempo a la poesía, el ensayo y el relato corto, participando en varios certámenes literarios. En cierto modo como un tributo a sus grandes amigos de infancia y adolescencia, los libros.
Mientras volaba bimotores ligeros en las noches del desierto del mojave el germen de su primera novela surgió de la morriña que sentía por su amada Galicia. En “Los Lobos del Centeno” Francisco Narla ha dado vida a las pesadillas de su niñez con una primera novela que le augura un fantástico futuro literario.
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